Texty: Serrat Joan Manuel. Dedicado a Antonio Machado, Poeta. Retrato.
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte anos en tierra de Castilla;
mi historia, algunos casos que no quiero recordar.
Ni un seductor Manara, ni un Bradomin he sido
-- ya conoceis mi torpe alino indumenttario --
mas recibi la flecha que me asigno Cupido,
y ame cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y mas que un hombre al uso que sabe su doctrina
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Desdeno las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
-- quien habla solo espera hablar a Diios un dia --
mi soliloquio es platica con este buen amigo
que me enseno el secreto de la filantropia.
Y al cabo, nada os debo; me debeis cuanto escribo
a mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansion que habito,
el pan que me alimenta y el lecho donde yago.
Y cuando llegue el dia del ultimo viaje,
y esta al partir la nave que nunca ha de tornar
me encontrareis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte anos en tierra de Castilla;
mi historia, algunos casos que no quiero recordar.
Ni un seductor Manara, ni un Bradomin he sido
-- ya conoceis mi torpe alino indumenttario --
mas recibi la flecha que me asigno Cupido,
y ame cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y mas que un hombre al uso que sabe su doctrina
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Desdeno las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
-- quien habla solo espera hablar a Diios un dia --
mi soliloquio es platica con este buen amigo
que me enseno el secreto de la filantropia.
Y al cabo, nada os debo; me debeis cuanto escribo
a mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansion que habito,
el pan que me alimenta y el lecho donde yago.
Y cuando llegue el dia del ultimo viaje,
y esta al partir la nave que nunca ha de tornar
me encontrareis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
Serrat Joan Manuel
Dedicado a Antonio Machado
Serrat Joan Manuel
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